El futuro del trabajo y la colaboración
- Kevin L. Jackson
El futuro de la colaboración: convirtiendo cualquier lugar en un lugar de trabajo
Según los expertos, los seis rasgos principales de un gestor de proyecto especialmente eficaz son:
1. Es un socio comercial estratégico, que puede ofrecer no solo capacidades para la gestión técnica, sino también habilidades en liderazgo estratégico al más alto nivel, que se conviertan en ventajas significativas para organizaciones de cualquier tamaño.
2. Alienta y reconoce las contribuciones valiosas de todos los miembros de su equipo, ya que la eficacia de un líder de proyecto está estrechamente relacionada con ellas.
3. Respeta y motiva a todas las personas interesadas mediante su habilidad para comunicarse e influir en ellas. Demuestra respeto en todo momento hacia los miembros del equipo, las personas interesadas y los patrocinadores, como forma de ganarse el respeto de todos ellos.
4. Tiene plena confianza en el éxito, cree en el trabajo que desarrolla, y se implica por completo en todos los aspectos profesionales del proyecto, en sus actividades, y en su gente.
5. Es íntegro, y asume su responsabilidad en situaciones de estrés. Hacerse responsable de sus decisiones y acciones es vital, y envía un mensaje rotundo al resto del equipo.
6. Es capaz de trabajar en zonas grises, porque esto es lo que distingue a los mejores gestores de proyectos. Ésta es una habilidad esencial, ya que la mayoría de los proyectos, independientemente del tipo, el sector, el tamaño o la complejidad, están abocados a incertidumbres o ambigüedades que deberán resolverse en algún momento.
Un componente crucial de todos estos rasgos es la capacidad para comunicarse a través de la cadena de mando, hacia arriba con sus superiores, y hacia abajo con el equipo. En resumen, una buena gestión de proyectos es siempre un buen trabajo en equipo; un trabajo en el que la “Tarea número 1” del gestor debe ser siempre conocer a su gente y combinar sus distintos estilos. Esta tarea puede ser muy complicada, dada la amplia variedad demográfica y cultural que puede darse en cada equipo, con diferentes generaciones (enlazar a http://www.goldbeck.com/hrblog/motivational-differences-between-the-generations-x-y-and-baby-boomers/), éticas de trabajo y códigos de valores, cuestiones a abordar desde el primer momento.
Este reto se presenta a menudo para el gestor de proyectos en forma de un tiempo excesivo dedicado a tareas administrativas o a reuniones improductivas o de mala calidad. Señales que pueden producir en el equipo percepciones de fracaso o de estancamiento profesional.
El gestor podrá sortear estas dificultades centrándose en empoderar al equipo como tal, pero respetando siempre las diferencias y objetivos individuales. Es éste un enfoque en el que se valora:
La creatividad, mediante el uso de espacios de trabajo optimizados para la concentración, la creación y la colaboración
La productividad, a través de un acceso seguro y fiable a herramientas e información esenciales, independientemente de la ubicación o del dispositivo; y
La satisfacción, mediante el reconocimiento y celebración de los diferentes valores y objetivos
Los buenos gestores de proyecto pueden también descubrir y crear valor para la actividad de negocio eliminando la necesidad de la proximidad física, apreciando -al mismo tiempo- la importancia de la conexión humana. Herramientas como WebEx Teams permiten eliminar las incomodidades de las reuniones presenciales y virtuales mediante el uso de la interacción intuitiva por voz y de características colaborativas, que hacen irrelevante la ubicación de los miembros de su equipo, simplificando, además, el intercambio de ideas y la colaboración mediante canales de chat y pizarras digitales. Este enfoque da respuesta a la capacidad que tienen muchos empleados en la actualidad de trabajar desde cualquier punto en el que puedan contribuir con más valor.
La automatización de los elementos más rutinarios de cualquier reunión, y la optimización de la experiencia de los miembros del equipo conectados en remoto, permiten al gestor de proyectos extraordinario reinventar su actividad, aprovechando los avanzados canales de comunicación disponibles en la actualidad, creando valor, a su vez, a un nivel nunca visto, para el equipo y para la organización al completo.