¿Cuál es nuestra estrategia de negocio para 2017?
- Kevin L. Jackson
Las predicciones de fin de año hechas en diciembre son tan predecibles como la salida del sol de mañana, pero un vídeo publicado recientemente sobre Tendencias en Tecnología para 2017 me ha ayudado realmente a comprender hasta qué punto es importante una estrategia de transformación digital para cualquier directivo. La conversación en el CSC Town Hall permite de hecho identificar algunas de las tareas concretas a los que los ejecutivos de hoy deben dar respuesta en el año que comienza. Para reforzar nuestras oportunidades de éxito en 2017, nuestra lista de acciones debería incluir:
- Reconfigurar las operaciones corporativas de front y back office para una ejecución digital que pueda dar una nueva forma a las estructuras de nuestra organización, a los modelos de compensación para nuestros empleados y a la comunidad de partners de cualquier empresa;
- Prepararnos para la llegada de servicios automatizados inteligentes, para un drástico incremento en la productividad y la competitividad;
- Aprovechar el internet industrial, también conocido como el Internet de las Cosas, que utilizará la conectividad cruzada mediante sensores para mejorar la seguridad humana y la productividad de las máquinas
- Enfrentarnos a enfoques de negocio radicalmente nuevos, e impulsados por cuestiones culturales, en la "Chinosfera" del Sudeste Asiático
- Utilizar plataformas de cloud computing simplificadas para llevar el 80% de toda la informática de sistemas corporativa a nubes públicas de aquí al año 2020; y
- Capturar la propuesta de valor de una experiencia virtual y una interfaz digital verdaderamente interactivas para una mejor experiencia de usuario y una mayor productividad de los empleados
Para sobrevivir a estos cambios inminentes, las empresas deben identificar nuevas oportunidades transformadoras de negocio en el contexto de su sector y de la competencia. Esto hace necesaria una mucho mejor colaboración entre líderes de negocio y líderes en tecnología para el desarrollo de un vínculo específico entre el modelo económico del cloud computing y el modelo económico de negocio correspondiente. Este vínculo deberá incluir inevitablemente un uso eficaz de modelos virtuales de operaciones de sistemas, con aprovisionamiento dinámico de infraestructuras, auto-escalado de infraestructuras, microservicios de aplicaciones y computación serverless. Prepararnos para estos cambios puede también implicar que nos replanteemos nuestro core business, ya que el diseño de la experiencia del cliente podría ser clave para nuestro éxito. Teniendo en cuenta que las experiencias de calidad se basan en la empatía con el cliente, en la analítica de negocio, y en la tecnología cognitiva, cualquier estrategia empresarial deberá combinar todas estas habilidades para conseguir buenos resultados, lo que implica, a su vez, tener la capacidad de relacionarnos con nuestros clientes y empleados de una manera lógica, independientemente de dónde puedan estar ubicados.
Nuestro equipo de sistemas corporativo deberá, además, enfrentarse a un cambio extremadamente rápido de una operativa basada en la tecnología a una gestión de servicios informáticos robusta y automatizada. Esta próxima transición hacia un sector en el que las nubes públicas ocuparán una posición dominante precisará de estrategias corporativas en torno a:
- El encaje de las opciones de despliegue cloud y de modelos de servicios en la tolerancia corporativa al riesgo;
- La mejora de las capacidades de nuestra organización para la computación en la nube mediante una estrategia de inversión en formación; y
- La forma de prevenir nuestro fracaso en la operativa digital por nuestra incapacidad para monitorizar y aplicar modelos de gobernanza de sistemas que deben ser necesariamente estrictos.
Una reflexión final: es posible que sea necesario recalibrar los niveles de tolerancia al riesgo en nuestra organización de forma significativa, porque un solo emprendedor con mentalidad dispuesta al riesgo rápido podría ser suficiente para redefinir un sector entero. Los directores financieros y de riesgos deberán adoptar un enfoque integral que incluya la gestión del rendimiento y de los riesgos corporativos -incluyendo el cumplimiento, como fuera necesario-como parte la estrategia y ejecución global de nuestra actividad de negocio. Los servicios externos de gestión del riesgo pueden ser claves, en nuestra respuesta a esta necesidad, para evolucionar desde un nivel de cumplimiento básico, y de respuestas "ad-hoc" hacia una gestión de riesgos de negocio optimizada, en la que el valor de la gestión del riesgo compensa con creces los costes.
Kevin L. Jackson Experto en Cloud y fundador de Cloud Musings
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