USA: Impresión 3D y la Segunda Enmienda de la Constitución

  • Jorge Díaz Cardiel

Los norteamericanos (con pocos controles, al menos, un número menor al necesario para garantizar que las armas no caen en manos de malas personas o perturbados mentales) pueden comprar y llevar armas de fuego gracias a la Segunda Enmienda a la Constitución.

Por ese motivo, los defensores y fabricantes de armas, la NRA o National Rifle Association se sienten seguros legalmente frente a los que intentan incrementar el control sobre la venta de armas de fuego o prohibirlas del todo. Esto último, legal y socioculturalmente es casi imposible. Una inmensa mayoría de americanos está a favor de las armas. Forma parte de su DNA desde la Fundación de la Republica y hoy está muy relacionado con la protección de la propiedad privada. Pero las matanzas de los últimos años en Ohio, Baltimore, Miami, Las Vegas, y las que han sucedido en escuelas con docenas de niños y profesores asesinados han abierto una sima difícil de cerrar en la sociedad americana.

La Digitalización, al informar todos los aspectos de nuestras vidas, también influye o se ha visto envuelta en la polémica. HP inventó la impresión para hacer mejor la vida de las personas. He visto fabricar casas en America con impresoras 3D de HP y, también he comido gominolas de HP, recién impresas en Abu Dabhi. Hay cientos de aplicaciones que hacen la vida más fácil a empresas y familias. En eso HP Inc ha triunfado.

Al mismo tiempo, empresas oportunistas han copiado la tecnología y han patentado la impresión 3D de pistolas y metralletas y rifles de plástico, pero no de juguete. Tienen la misma o mayor capacidad de fuego que las armas convencionales. Pero, el hecho de poder descargarse la aplicación de Internet (nada que ver con HP) e imprimir una pistola o una ametralladora, sin ningún control, ha disparado las alarmas.

Tras la matanza en Las Vegas, con 58 muertos y cientos de heridos, en un concierto de country el pasado noviembre, la sociedad americana está muy concienciada y la posibilidad de que un asesino, el vecino de enfrente, imprima una metralleta y provoque otra matanza, tiene a los americanos a flor de piel. Un juez federal ha prohibido la aplicación y, por tanto, la impresión 3D de armas en 7 estados. Por ser juez federal, su prohibición aplica a todo el pais.

Pero esto es solo el principio, toda vez que la empresa que ha hecho la aplicación (insisto, nada que ver con HP Inc) va a apelar a los tribunales... La polémica no ha hecho más que empezar...

 

Jorge Díaz Cardiel. Socio Director Advice Strategic Consultants