IoT y el coche conectado
- Dario Ferraté
¿Qué me dirías si te pusiera este ejemplo? ¿Realidad? ¿Futuro cercano? ¿Futuro lejano? ¿Suena a ciencia ficción?
Me suelo levantar todos los días a las 7:00 para llegar a mi puesto de trabajo a tiempo por exigencias del guion. Me ducho, me pongo mi traje elegante para la ocasión, desayuno y… al coche, a soportar la hora de atasco que me espera todas las mañanas. ¿Os suena esto? Seguro que a los que vivimos en grandes urbes, sí. Pero, hoy es distinto, las autoridades, mientras dormía, han tomado la decisión de cerrar el carril bus-VAO (carril específico para autobuses y vehículos con alta ocupación, es decir, al menos dos personas), por la niebla densa que existe en la zona, con el fin de evitar accidentes y problemas mayores. Suena mi despertador con una melodía que me agrada y a los 30 segundos una voz dulce me dice “Buenos días, Darío, siento despertarte antes de tiempo, pero el parte meteorológico de hoy indica que hay nieblas densas en la zona y, por lo tanto, las autoridades, han cerrado el carril bus-VAO”. Me levanto conocedor de que sacrificar 10 min de sueño es por una buena causa. El motivo lo justifica. Una vez terminadas todas las actividades matutinas rutinarias me subo a mi coche y éste me pregunta: “¿al trabajo, Darío? Y al responder que “sí”, me indica que va a recalcular la ruta, debido a las condiciones climáticas y a retenciones que se están produciendo, para llegar a tiempo a mi puesto de trabajo (por cierto, eso de cumplir horarios está empezando a ser un retraso en muchos aspectos, para según qué profesiones, pero es un tema para tratar en otro momento). Llego a mi trabajo a la hora de siempre, habiendo evitado los atascos, disminuyendo las probabilidades de un accidente y, sobre todo, no estando malhumorado por el tiempo perdido. Mi teléfono, recibe información de los canales de tráfico y “conocedor” de las reuniones que tengo en la oficina, comparte información con mi despertador y mi coche, para que estos, tomen decisiones que sean beneficiosas para mí. |
¿Realidad o futuro? ¡Realmente no estamos lejos, la tecnología y los medios a nuestro alcance están preparados!
Como hemos mencionado en anteriores ocasiones, IoT (Internet de las Cosas) nos ayuda y ayudará cada vez más a mejorar la calidad de vida, proporcionando soluciones que, directa o indirectamente, afectan a otros factores importantes, como son la disminución de la contaminación (ciudades más limpias), a mejorar la circulación de las vías, evitar retenciones o accidentes que redundan en más retenciones… en definitiva, contribuyen al ahorro de tiempo, optimización de recursos utilizados, calidad de vida, confort y un largo etcétera.
Tener al alcance de la mano dispositivos con capacidad de tomar decisiones interactuando con nosotros y conectados a Internet, que nos ayudarán a tener una vida más fácil y placentera, es la forma clara de ver qué es lo que está llegando gracias a IoT.
Como veis, este mes tocamos un tema que cada vez tiene más peso y difusión relacionado directamente con todos los servicios y soluciones en el mundo IoT. ¡La automoción! ¿Teníais alguna duda que este “vertical” iba a quedarse sin aplicar las bondades que proporciona IoT? ¡¡¡Por supuesto que no!!!
La carrera que estamos viendo en las distintas marcas de la industria automovilística para incorporar más tecnología a los vehículos (no nos ceñimos solo al automóvil, sino que incluimos desde camiones hasta bicicletas eléctricas), es increíble.
Hace unos 10 años, los coches venían con un equipamiento que se debía pagar como “extra” y que hoy en día vienen de serie. La incorporación de nuevas soluciones es extremadamente rápida y, hoy por hoy, disponemos de vehículos con navegadores conectados a información del tráfico en tiempo real, detectores de cansancio, luces de carretera automáticas adaptativas, lectores de señales de tráfico que ajustan la velocidad automáticamente de nuestro vehículo, avisadores de cambio de carril involuntarios, controles de proximidad, sistemas de aparcamiento casi totalmente automáticos, sistemas de localización GPS y llamada automática de auxilio en caso de accidente, wifi y un largo etcétera. Todo esto ya nos llama la atención, pero… ¡¡¡lo que nos espera en los próximos años es más sorprendente aún!!! ¿Será el coche quién nos monitorice en tiempo real y alertará de las anomalías que detecte no solo en el propio vehículo sino en nosotros mismos? Seguro que sí.
Hace poco hemos conocido la noticia de la primera persona que ha hecho una vuelta al mundo en “moto conectada”. El artículo del periódico “El mundo” (por citar alguno) decía “primera vuelta al mundo en moto en la que el piloto y la motocicleta permanecerán los 37.000 kilómetros del recorrido totalmente conectados” y agregaba “Una pionera combinación de tecnologías de Internet de las Cosas, la nube y el 'máquina a máquina' (M2M), que permitirá estudiar el comportamiento de la máquina y el piloto y hacer su seguimiento en remoto”. La información que se registraba, no solo era técnica (consumo, ubicación, funcionamiento de la moto…) sino que registraba y alertaba desde situaciones como una caída del motorista (Hugo Scagnetti), hasta sus constantes vitales y estado anímico, en cada momento.
Volviendo al tema de vehículos de cuatro ruedas, recientemente, he leído un informe de KPMG que indicaba los avances y la evolución que se está llevando a cabo en este sector. Se indicaba que BMW y Toyota son las marcas más proactivas y que más impulso están dando a esta nueva “vuelta de tuerca” para tener coches más seguros, más inteligentes, más sostenibles, menos contaminantes… y, por supuesto, más autónomos. En el salón de Paris que se celebró a principios de octubre se han podido ver muchos avances en este sentido, donde las marcas mostraron sus prototipos con fechas de lanzamiento a 3 o 4 años vista. Ford también quiere poner coches autónomos en las calles para 2021.
En muchos foros y eventos se muestran prototipos de coches autónomos (“que miedo me da”, me dijo una amiga esta mañana, “pero es el siguiente paso, lo que viene irremediablemente” le dije), pero ¿Cuándo llegaremos al “coche autónomo”? Seguramente antes de lo pensamos…
Por otra parte, como siempre suele suceder, empiezan a aparecer siglas que, con el paso de los meses se nos hacen más habituales. ¿habéis escuchado hablar del C2C y el C2I? Si es así, ¡enhorabuena!, pero para los que no lo hayáis hecho, os daré una breve descripción:
C2C o car to car, es una tecnología que permitirá que los coches se comuniquen entre ellos, compartiendo información, con el objetivo de evitar accidentes, colisiones... Un ejemplo de ello sería un coche que se queda averiado en una carretera. Éste se comunicará con los coches que están a su alrededor y principalmente los que están en su trayectoria para indicarnos que sufre una anomalía y que está en el arcén en situación de riesgo, para que disminuyamos la velocidad o lo haga el coche automáticamente.
La otra sigla en cuestión, C2I, car to infrastructure (o coche a infraestructuras), servirá para comunicar al coche con elementos que, dispuestos en la red de carreteras, ofrecen al conductor información y datos relevantes o de interés, en tiempo real, de su entorno. Aquí podemos hablar, por ejemplo, del caso de Audi que quiere poner en contacto a sus vehículos con los semáforos para saber cuándo estos se ponen en verde, o como puede ser el caso del cierre del carril bus-VAO por niebla densa (como os comenté anteriormente). Debo dejar de lado los llamados “asfaltos inteligentes” con señalizaciones e indicaciones luminosas en tiempo real sobre el propio asfalto, porque para ello aún falta.
Como vemos, la evolución tecnológica está siendo muy acentuada. IoT abre un abanico inmenso de posibilidades que seguramente la industria del automóvil no dejará escapar. ¿Qué veremos dentro de unos años? Poder imaginar que será de nuestros medios de transporte a 10 años vista, es complejo… no tenemos la certeza, pero seguramente estaremos hablando de los vehículos autónomos, carreteras más inteligentes, nuevas formas de transportes... Tal vez nos sentemos en nuestros vehículos, le indiquemos hacia dónde vamos y “ellos buscarán” el camino óptimo, dialogarán con nosotros informándonos de todos los temas que se nos ocurra y hasta podremos trabajar o entretenernos mientras nos lleva a destino. El término infotainment (información+entretenimiento) se está haciendo cada vez más popular. El futuro está a la vuelta de la esquina…
Dario Ferraté. Consultor TIC en el Ministerio de Defensa; director de Desarrollo de Negocio en la solución de Eficiencia Energética CEM de Cisco