Neurociencia, arrojando neuronas sobre el liderazgo

  • Asier de Artaza

Como siempre, seamos pragmáticos, hablemos de negocios, y empecemos quitando hierro al término Neurociencia. ¿Qué es esta cuestión tan en boga en la actualidad? Muy sencillo, Ciencia y Neuro; Ciencia y Cerebro; Ciencia y Sistema Nervioso Central. Vale, bien, y ¿qué me aporta como directivo? Pues directamente nada? pero indirectamente mucho.

Neurociencia es investigación, es ciencia base, es materia prima que se nutre y sirve a otras disciplinas para ratificar, desarrollar y encontrar conocimiento útil sobre el cerebro. En el caso del Psicobusiness es muy útil, ya que, como sabemos, es la aplicación de la Psicología (ciencia que estudia la mente y el comportamiento humano) a la obtención de los resultados en las empresas; ya sea a través de la actuación de los directivos en su actuación y la gestión de sus personas, como en el despliegue de estrategias y actuaciones que desarrollen negocio.

Y, para terminar, dando luz definitoria, su origen como subdisciplina de la biología nos puede clarificar cómo su foco está en el sustrato fisiológico, en las sustancias físicas del cerebro, en cómo se estructuran, cómo se desarrollan y bueno… ¡qué demonios hace la cabeza!

Hoy, diferentes tecnologías nos muestran las conexiones neuronales (digamos células del cerebro) que permiten a los científicos un entendimiento más profundo de la relación cerebro y comportamiento humano. Conclusión, hasta aquí seguimos con poco, pero subamos la neurociencia al carro aplicado del psicobusiness y relacionemos sus hallazgos con lo que nos aporta al campo del liderazgo, por empezar con un área del management.

Usando tecnología de resonancia magnética funcional se encontró que cuando se pedía a mandos intermedios comentar sobre experiencias específicas con destacados “resonantes” (empáticos, inteligentes emocionalmente…), 14 regiones del cerebro se activaban; sin embargo, cuando lo hacían con líderes “disonantes”, solo se activaban 6 regiones, las demás quedaban igual y 11 eran intencionalmente desactivadas. Las regiones relacionadas con los “resonantes” estaban relacionadas con excitación de la atención, activación del sistema social y otras regiones asociadas con atención focalizada, eliminación de regiones negativas emocionalmente y descenso de la compasión.

En el liderazgo, una de las cuestiones más en boga actualmente es la confianza, muy desarrollada en el campo empresarial por S. Covey Jr y por la gran labor de implementación en la empresa por los profesionales de Cegos en España. Otro hallazgo en este sentido ha sido que la liberación de oxitocina, sustancia en el cerebro, genera receptividad y confianza hacia un extraño en milisegundos, cuestión sobre la que se sigue estudiando. Este caso podría tener como aportación que ante situaciones que generen la liberación en el cerebro de oxitocina de forma natural, tendremos personas más dispuestas a entregar su confianza. Pero bueno, dejemos esto para otro foro, porque la liberación de la oxitocina está relacionada con la conducta sexual… y no sé dónde podríamos acabar.

Otra lectura general para los líderes es que, cuando se da un fenómeno neuroquímico, se genera un estado; en este caso, la confianza entre los empleados, incluso cuando no se ha dispuesto de ese estado (confianza) en el pasado entre los empleados.

Margie Meacham, nos ofrece tres pasos para que los directivos construyan confianza en la organización:

1.- Haz que la gente se sienta segura. ¿Por qué? Pues resulta que la supervivencia es prioridad uno para el ser humano desde hace miles de años, por lo que está arraigado en nuestro cerebro primitivo emocional e inconsciente y, si vemos que no hay amenaza, consideraremos la situación merecedora de confianza

2.- Demuestra ser justo, establece un entorno de justicia. El cerebro la busca justicia, la necesita para desenvolverse, y reacciona ante la percepción de injusticia con enfado y frustración, así que cuidado que estaríamos en un difícil terreno sobre el que sembrar y recoger confianza.

3.- Sé auténtico, honesto y asegúrate que muestras confianza en el otro. Aquí llegaron las neuronas espejo. Lo que observamos genera una activación en nuestro cerebro en la misma forma que lo tiene activado nuestro “observado”. Sí, sí, por eso lloramos en las películas, el actor nos lleva a activar lo que nosotros tenemos activado… bueno es un poco más largo el fondo de la cuestión, pero nos vale. Así que el tema es, yo no confío en ti, pero no te lo digo, o sí, o te lo digo no verbalmente y tu inconsciente lo percibe, y te activa lo que yo tengo activado: “Lo siento colega, pero en ti no confío un pelo”.

Acabemos con un clásico. A muchos líderes se les ha enseñado a ser fríos y no tener en cuenta nuestras corazonadas, sus reacciones fisiológicas (ritmo cardiaco, sudor, sonrojarse, carne de gallina…) sino sus razonamientos lógicos, conscientes y los hechos. Pero, cuidado, que hay muchísima evidencia neurológica que nos aclara que esas reacciones no se deben ignorar. Como siempre digo, en Inteligencia Emocional, no anules las emociones y las sensaciones, sino gestiónalas de la forma más eficaz. Esas reacciones fisiológicas son fruto de la actuación de nuestro cerebro ¡a través del inconsciente! que cuenta con mucha información y está en constante procesamiento de muchos datos, conocimientos, experiencias... pero en el “backstage”; así que también podrían ser equivocadas, pero considera que cuentan con mucha ciencia también. Así que, en situaciones que conllevan riesgo, pueden ser útiles para parar a los líderes en sus superoptimisticas decisiones… ¡Esta inversión la recuperamos con nuestro buen hacer y por ser quienes somos!

Asier de Artaza. Director de www.yesmanagement.es